5 y mandó diez muchachos diciéndoles: «Subid a Carmelo y llegad
donde Nabal y le saludáis en mi nombre,
6 y hablad así a mi hermano; Salud para ti, salud para tu casa y salud
para todo lo tuyo.
7 He sabido que estás de esquileo; pues bien, tus pastores han estado
con nosotros y nunca les hemos molestado ni han echado en falta nada de lo
suyo mientras estuvieron en Carmelo.